Fases del proceso creativo

Wallas consideraba que la creatividad es la que posibilita que las personas se adapten con diligencia a los entornos cambiantes. Su modelo sobre el proceso creativo, presentado en su libro El arte del pensamiento, comprende cuatro etapas:

Preparación: consiste en percibir y analizar la situación, así como de todas las circunstancias y dimensiones que influyen en ella. Es un momento con alto grado de excitación, en el que la persona se ve impelida a investigar, analizar, experimentar y probar diferentes posibilidades para resolver el problema.
    Sin embargo, este es sólo el primer estadio del proceso creativo. Es necesario que experimentemos esta fase de reconocimiento del problema y recogida de información, y que las superemos pasando a la siguiente etapa.

Incubación: se trata simplemente de la interiorización del problema. Es un proceso interno e inconsciente que se produce en el hemisferio derecho de la mente y supone el establecimiento de nuevas relaciones. Al tratarse de un proceso interno, aparentemente no provoca ninguna respuesta externa.
    En ciertos casos, requiere la desconexión del problema, para así desechar u olvidar estrategias erróneas e ineficaces.
    Es una etapa de gran tensión emocional ante la duda de si se conseguirá o no el objetivo propuesto. Esta tensión se acrecienta en la medida en la que aumenta el tiempo dedicado a esta fase. Es por ello que muchos proyectos son abandonados en esta fase.

Iluminación: La solución surge de improviso, es cuando todo cobra sentido, está relacionado y claro.
    Se trata de una fase de júbilo y entusiasmo, en la que el esfuerzo invertido obtiene su recompensa. Sin embargo, éste no es el final, todavía quedaría una última fase en este proceso.

Verificación: en esta fase se analiza, verifica y valida la solución adoptada. Tiene como consecuencia su abandono, o su adaptación para ser perfeccionada o su puesta en práctica.
    Es un momento emocionalmente muy difícil ya está repleto de incertidumbres, de inseguridad ante las decisiones últimas.

Arthur Koestler, atendiendo a los estados de consciencia, establece tres fases en el proceso creativo:

Fase lógica: comprende la definición del problema, la recogida de datos y una primera aproximación a las posibles soluciones. Ésta se identificaría con la fase de Preparación establecida por Wallas.

Fase intuitiva: consiste en la redefinición del problema y la maduración mental de las opciones de resolución. En ella se produce la iluminación, es decir la revelación de la solución.
    En ella se incluirían las fases que Wallas llama Incubación e Iluminación.

Fase crítica: Se trata del análisis y verificación de la validez de la innovación. Es entonces cuando se aplican las últimas modificaciones para alcanzar la perfección. Sería la denominada por Wallas como Verificación.
Somos personas creativas
Para Rodríguez (1997) La creatividad es un proceso complejo que abarca proyectos de cambio, generación de ideas, recopilación de información, manejo de materiales, experimentación, organización de equipos, aportación de recursos, administración financiera, sistemas de comunicación, etc. Pero su núcleo dinámico es el pensamiento creativo.

La creatividad surge cuando la persona presenta cubiertas las necesidades básicas, en ese momento se activa la búsqueda de realización personal, en la cual la persona desarrolla su potencial creativo.

El proceso mental de producción de ideas se compone de tres períodos mentales:
  • Percepción: La realidad social que nos envuelve activa la precepción a través de su observación y análisis
  • Imaginación: Es un hecho que a través de la percepción sensorial se despierta la imaginación. Se realiza una síntesis de la realidad social y debe de trasmitirse a través de la creación de una imagen que la conceptualizará.
  • Idea: Al presentarse la inspiración, el producto de la imaginación debe memorizarse a través de la retentiva para concretar la idea. La idea aparece como consecuencia de la elaboración de múltiples conceptos, tras su asociación en el subconsciente y surge en un momento de inspiración, generando nuevas ideas.
 
Pensamiento creativo
El pensamiento creativo es la generación de nuevas ideas o conceptos, o de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que habitualmente producen soluciones originales. A través de un pensamiento estructurado en una manera que tiende a llevar a resultados creativos. Se compone de las habilidades de pensamiento creativo, que son las destrezas mentales que permiten ir más allá del conocimiento aceptado y crear un nuevo conocimiento.

El proceso de creación surge siempre de una pregunta, de un conflicto vagamente sentido, de un problema no declarado que se anuncia. Si ves lo invisible podrás hacer lo imposible.

El criterio último de la creatividad es el resultado. Se llama creativa a una persona cuando consistentemente obtiene resultados creativos, significados, resultados originales y apropiados por el criterio del dominio en cuestión.

Pensamiento irradiante
Cada persona posee de manera natural y automática el pensamiento irradiante, término que podemos definir como: los procesos de pensamiento asociativo que proceden de un punto central o que se asocian a él, mediante la posibilidad, del ser humano, de realizar percepciones multidireccionales para procesar diversas informaciones y de forma simultánea.

Con el siguiente ejemplo se verá más claro, cuando se pregunta a una persona sobre lo que sucede en su cerebro al acariciar un gato, se encuentra escuchando una música agradable, saborea un dulce….la respuesta puede ser muy simple, a la vez que compleja, por la capacidad multisensorial y direccional que posee la persona.

De manera que respecto a un término, una sensación, un objeto… la persona puede desglosar de cada uno, una gran diversidad de información asociada, cada una de ella con sus vínculos y conexiones pertinentes, formando una estructura que parte de un dato. De esta forma, la persona mediante el aprendizaje va ampliando su estructura mental, introduciendo variaciones o consolidando conceptos, que le ayudará a continuar su aprendizaje.

Partimos de que el potencial del cerebro humano es prácticamente ilimitado, por lo cual el pensamiento irradiante constituye la estructura interna del proceso de los mapas mentales.

Por esta razón cuando hablamos de creatividad, proponemos ejercicios en los cuales a través de una palabra, objeto,… concepto, la persona pueda identificar diferentes utilidades, esto dependerá de las diferentes experiencias de la persona, de su ingenia, de su nivel de abstracción, de sus esquemas mentales ya establecidos… A la vez que esta actividad generará nuevas conexiones, en la estructura mental original.

Existiendo una estrecha relación entre pensamiento irradiante y pensamiento creativo, se pueden considerar sinónimos el pensamiento irradiante, la imaginación y la creatividad. Como señala Gámez (1998) ‘la imaginación es la clave de la creatividad’

No sólo el pensamiento es importante para ser creativo, sino que la actitud que adopta la persona también lo es. Así el verdadero/a creativo/a es culto/a, sabe de muchas cosas, le interesa el mundo en donde vive, sabe analizar, sabe escuchar, sabe hablar, es seguro/a con sus cosas, por el simple hecho de que son suyas y las hace de corazón.

Fuente: http://www.edukanda.es/mediatecaweb/data/zip/1088/index.htm

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