Habilidades de la Inteligencia Emocional
Componentes de la inteligencia emocional
1.
Conocer las propias emociones. La conciencia de uno mismo (el reconocer
un sentimiento mientas ocurre) es la clave de la inteligencia
emocional. Saber en cada momento cuál es la emoción que estamos
sintiendo, sin confundirla con otra o disfrazarla.
2.
Manejar las emociones. No permitir que nos controlen y saber
canalizarlas correctamente. Se basa en la capacidad anterior. Las
personas que saben serenarse y librarse de la ansiedad, irritación o
melancolías excesivas se recuperan con mayor rapidez de los reveses de
la vida.
3.
Auto motivación y autorregulación: Las personas que saben controlar la
impulsividad y esperar para obtener su recompensa, cumplen con sus
objetivos y están conformes con sus logros.
4.
Empatía: la capacidad para reconocer las emociones de los demás, saber
qué quieren y qué necesitan es la habilidad fundamental para establecer
relaciones sociales y vínculos personales.
5.
Manejar las relaciones. Esto significa saber actuar de acuerdo con las
emociones de los demás: determinan la capacidad de liderazgo y
popularidad.
APLICACIÓN PRÁCTICA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Es evidente que en nuestra vida diaria, la
Inteligencia Emocional debe llevarnos a un manejo y expresión de
nuestras emociones de una manera tal que nos permita ser más efectivos
en nuestras relaciones interpersonales.
Ante
el trabajo y la vida cotidiana es normal que desempeñemos tres papeles
característicos: el Héroe, el Villano y la Víctima. Cada uno de nosotros
en las diferentes circunstancias de nuestra vida, elegimos actuar de
una forma o de otra y son precisamente las emociones que decidimos
utilizar las que marcan la pauta.
Una de las aplicaciones más evidentes en nuestra vida diaria de la
Inteligencia Emocional, se presenta cada vez que tenemos un conflicto.